viernes, 10 de agosto de 2012

Una semana para recordar

Por Paz Stagnaro


Dicen que las cosas buenas siempre se hacen esperar, y hoy puedo decir que esa expresión es completamente verdad. Una semana que sin duda será inolvidable, una semana cargada de alegría, romanticismo, recuerdos que quedarán por siempre, risas, abrazos, miradas…

Entre rabia y misterio me pregunto por qué las cosas se disfrutan más en su etapa final, será ese sentimiento de nostalgia que nos obliga en cuerpo y alma a disfrutar y absorber cada centímetro  de aire respirado? O será simplemente un regalo de último minuto que nos da la vida para poder aprovechar esos  momentos que nunca se volverán a repetir… no lo sé, pero simplemente agradezco la oportunidad de haber tenido y aprovechado en su máxima expresión MI última semana.

Cuando rompemos las reglas de lo moral, de los  social y de lo personalmente correcto te das cuenta que vivir es la aventura más grande que jamás se haya inventado y si bien me considero una persona que suele seguir al pie de la letras las instrucciones de como atarse los zapatos, admito que no abrochárselos de vez en cuando genera cierta sensación de revolución que me gusta... y así fue, dejando de lado los consejos, mi Pepe Grillo y mi conciencia… cerré los ojos y disfruté!!!!
Pasé los 7 días más increíbles y felices de este último tiempo: paseos por el parque, tardes de películas,   miradores y largas conversaciones, obviamente acompañados de la infaltable dulce tragedia que siempre me caracteriza y la montaña rusa de emociones que llevo dentro. A los días felices le sumo la duda, negación, inseguridad y tristeza porque una vez que acabe esta semana nunca más nos volveremos a ver...y así fué. Pero he ahí el dilema… encerrarse a llorar por la desdicha de no haber tenido más días o darle la espalda al verdugo del tiempo que sin misericordia mataba uno a uno los segundos que me quedaban y salir a construir el final feliz de mi cuento de hadas, yo elegí mi cuento de hadas y el que fue mi amigo por 5 meses se convirtió en mi príncipe azul en una semana…
Una semana donde volví a creer en algo que ya casi había olvidado…Una semana donde cada alegría iba sanando una herida...Una semana que nunca volverá, pero que sin duda jamas olvidaré.

…Y pienso:  por que la vida es AHORA y si no quieres quedar como el mayor de los  desagradecidos más vale que empieces a disfruta de este hermoso regalo… la vida!