martes, 24 de julio de 2012

Closing time

Por Paz Stagnaro


Empiezo a sentir la nostalgia de tener que dejar atrás esta aventura. Lejos la aventura más grande que haya hecho hasta ahora y lejos la aventura que jamás olvidaré.

Ya se fueron 5 y solo queda uno, un mes para volver al lugar donde más de alguna vez, en este tiempo, desee estar con todo mi corazón; mi casa. Pero ahora, si ahora, cual muerto en su último lecho se me vienen a la cabeza todas las cosas que extrañaré de Granada, del que fue MI lugar por estos últimos 6 meses; mi orden, mi desorden, mis horarios, mi ritmo, mi almuerzo, mi despensa, mis cuentas, mis penas lloradas a sola y mis alegrías celebradas con todos.
Febrero, 8. Más de alguna vez me dije a mi misma: “Nadie dijo que sería fácil”, pero ahora entiendo que esa frase cliché no estaba completa: “Nadie dijo que sería fácil… dejarte”.
Junio, 27. Fiestas, disgustos, anécdotas, preocupaciones, alegrías, risas, gente, amigos, momentos de completa plenitud y días de paz y reflexión; esto y más, es lo que hoy me llevo de esta gran experiencia.

…Porque cada rincón adquiere valía en la recta final; cada metro cuadrado, cada olor, cada sensación y cada recuerdo se hace más fuerte y más valioso, es por esto que no puedo olvidar mencionar a mi querido sillón rojo, Oh! fiel compañero, me diste asilo en las tardes de invierno y me recibiste “cojines abiertos” en las calurosas noches de verano, tu, el único lugar donde mi mezquino sueño encontraba su lugar…
Y ese, mi lugar de inspiración, de descanso y de alivio que acompañado de la increíble vista que me regalaba todos los días me llenó de paz, si, 3 metros cuadrados de increíble plenitud llamados terraza, como olvidarlo…
Y esas tardes enteras caminando solo por el hecho de atesorar y no perderme cada imagen que me regalaba la ciudad. Bajo un lluvioso y frio día de invierno que calaba los huesos; bajo una tibia tarde de primavera y bajo una estrellada y calurosa noche de verano en compañía, sí, en compañía de esa persona que se encargo de alegrarte día a día con una sonrisa, con un gesto, con una mirada, como olvidarlo…

Fotos y recuerdos quedarán por siempre, pero volveré… volveré divagando en mi mente cada vez que sienta que sea necesario. Un olor, un recuerdo, una brisa, una sensación que me devuelva a mi Granada querida, esta ciudad vieja con alma de niña que un día de invierno me recibió con los brazos abiertos y ahora me despide con esta emoción que se roba mi corazón. Mi Granada querida, nos volveremos a ver. Hasta luego!

martes, 3 de julio de 2012

Un poco de Paz

Por. Paz Stagnaro


Días de té en la terraza; de tardes cálidas, de cielos despejados y muy poco que hacer. Me vine a España a terminar el último semestre de mi carrera y por esas vueltas de la vida este viaje se convirtió en el término de una antigua búsqueda personal.

…No miento cuando digo que en mi etapa de “aún más joven” pase años tratando de sentirme identificada con algo, algo que me hiciera conectar con esa parte sensible que todos tenemos; un algo que sin muchas palabras diera cuenta de quién soy o mejor dicho, en quién trataba de convertirme.
Sigo una carrera considerada uno de los artes más antiguos y de artista no tengo nada; con suerte puedo pintar sin salirme de los bordes, aunque dibujando (muy conceptualmente) me va un poco mejor… Probé usar la pintura para ver si esa era mi herramienta de expresión y mi manera de “encontrarme” pero la torpeza de mis manos mezcladas con el pincel no dio muy buen resultado; probé con la escultura, la música y hasta con el deporte pero nada me hacía sentir en mi lugar, en mi ambiente, en lo realmente mío. De muy niña solía inventar historias y cuentos que brotaban como nada de mi fantástica imaginación pero con el tiempo y otras distracciones mi amor por la literatura fue quedando de lado y  un día dejé de inventar.

…Me pregunto: Tenía que viajar miles de kilómetros para darme cuenta que eso que tanto busqué yacía justo frente a mis ojos? O mejor dicho, justo frente a mis manos?... Más claro no podía ser. Un día leyendo mi última adquisición literaria bajo los primeros rayos de sol de una tarde de primavera descubrí que siempre estuvo ahí; siempre estuvo en … y sometida bajo el emocionante y exquisito lenguaje de la que ahora es mi autora favorita comenzaron a surgir desde mi interior palabras en un lenguaje desconocido como consecuencia de la delicia de ese maravilloso libro…

Mi  mente necesitaba expresarse y solo vine a encontrar consuelo en un humilde pedazo de papel donde di vida a miles de emociones que sin saberlo tuve contenidas durante años…desde ese momento comprendí que el lápiz se había convertido en mi pincel y la hoja en mi lienzo y descubrí que escribir puede alcanzar la misma belleza que una obra de arte; que no solo es un conjunto de palabras bien ordenadas, es la melodía del pensamiento decantado; es la escultura de la mente y la sinfonía del corazón… Al fin estaba dando término a mi búsqueda implacable, sin darme cuenta terminé donde había comenzado y remontándome a mis gloriosos días de infancia volví a escribir. Finalmente encontré los que tanto había buscado…Un poco de mí, Un poco de Paz.