Son tiempos difíciles… de
adaptación, de incorporación, de volver
y hacerte parte de un mundo que a simple vista parece desconocido… Un
mundo donde ya nada se ve igual, donde nada huele igual y donde nada suena
igual que antes… Todo cambió mientras yo me sumergí en un profundo sueño, un
sueño que me llevó a lugares desconocidos de paisajes nunca antes vistos y de olores
y colores que nunca sentí…
Es posible que pase tanto en tan poco tiempo…? o son mis ojos traicioneros
los que después de tan largo descanso ahora al abrirlos nuevamente desconocen
cada rayo de luz que entra por ellos…?
Es extraño, pero interesante…alentador… volver a ser “nuevo” en el lugar
que te vió crecer y volver a mirar con asombro cada esquina, cada edificio,
cada rincón… volver a escuchar con atención cada ruido y como no, ese lenguaje
familiar, especial e inigualable.
No reconozco caras ni formas, solo la ternura de los abrazos de quienes siempre
estuvieron y siempre estarán ahí...
Todo vuelve a su ritmo. Rápidamente la gente se acostumbra a ti, a
verte, a escucharte, a sentirte y todo vuelve a normalidad… Y pienso: normalidad?
…Nunca!!!! Mi normalidad pende de un
hilo… mi normalidad camina sobre una cuerda floja a punto de cortarse llena de
dudas y preguntas, de asombro e incertidumbre, de alegrías y recuerdos, de
planes y nuevos proyectos. Mi normalidad ya no cabe en el concepto de lo “Normal” pero me gusta, lo admito, salir a caminar
y sentirme como un brócoli entre miles de coliflores y ver como el mundo siguió
girando mientras yo dormía… es ahí donde vuelvo a descubrirlo todo, un ejercicio mental al que me enfrento, me obligo
y me regalo cada día, por qué? ..porque me niego a quedar inmerso en la rutina
que a ratos nos consume, me niego a ser una más en una fábrica donde solo lo
que importa es producir en masa, pero me alegra saber que como yo hay más
brócolis caminando por las calles húmedas y frías de mi linda ciudad… me alegra
saber que somos varios los que luchamos por seguir manteniendo ese aire nuevo y refrescante que hemos adquirido tras un largo sueño.. un sueño
que me devolvió la vista y me hiso entender que solo basta una sonrisa, un
saludo, una mirada o un “buenos días” para marcar la diferencia y para alentar
a aquellos que también sueñan y luchan por ella..
Todo puede volver a ser como antes; todo puede parecer y sentirse como
era antes… pero a mis ojos nadie les quitará el asombro de volver a descubrir…
el asombro de ser turista en mi propio lugar…donde el visitante soy yo…el mapa
mi memoria y la cámara es nada menos que mi propia y auténtica visión del mundo…torcida
o no? …eso ya es problema mío. (risas)