jueves, 14 de noviembre de 2013

Paso a paso

Por Paz Stagnaro


Cuando el caminar deja de ser un mero movimiento y se convierte experiencia, en acto, en rito… en un deleitoso balanceo que nos permite llegar de un punto a otro… en el momento preciso donde tierra y aire se conjugan a la perfección…es ahí donde el desplazarse adquiere sentido y valor para quienes logran darse cuenta de la grandeza de aquel humilde actuar…


Camino… sí, mucho…comienzo cada mañana con 1.3 km para llegar a mi Escuela (Arquitectura)…y pienso: es el momento perfecto del día para hacer un balance de cómo anda todo últimamente…

… Pensamientos vienen y van, ideas fluyen como agua, esquemas y trazos se dibujan y desdibujan a cada instante… pienso que debería escribir más…. pienso en lo que dejado de hacer y en las nuevas costumbres superfluas que adquirí cuando me reconcilie con la rutina y esa nebulosa que te inserta en un sistemas donde todo gira en torno al hacer y producir y te aleja de la otra parte de la historia…el pensar, el darse cuenta de lo que estamos haciendo, de como lo estamos haciendo y desde donde lo estamos haciendo, el aquí y el ahora, el presente valioso que nos rodea y que muchas veces no sabemos apreciar… el tiempo se va …vuela… el momento en el que estamos ahora nunca volverá, pues cuando llegó inmediatamente se fué…suena desalentador pero es! … Y con esto rescato el valor que adquiere el simple acto del caminar, si tan solo tomáramos conciencia aunque fuese solo una cuadra de lo que sucede en esa interacción entre el cuerpo y el espacio mientras caminamos a lo mejor entenderían a lo que me refiero…

…Por que caminar no es solo el acto involuntario de mover un pie después del otro…

…es un acontecer casi mágico donde todas las dimensiones se entremezclan para crear ese momento maravilloso…. Un suave balanceo, un desplazamiento, un ritmo coordinado y de pronto sucede: la mente divaga por donde se le antoja, el viento choca con la piel, refresca tu cara y despiertas del adormecimiento rutinario, el tiempo pasa rapidísimo sin darte cuenta… dimensiones temporales se entrelazan…y ahí estas… caminando, frente en alto, ansioso por  llegara  a destino… felices o no… ahí estamos en contacto directo con el todo… qué momento más pleno… la mente sigue volando y pareciera que los pensamientos se van con el viento que roza la piel… todo parece pasar… todo parece limpiarse, como si a medida que avanzaras te fueras  despojando de todo eso que te abruma… la mente sigue divagando y en un instante te das cuenta de algo… te das cuenta que lo único que te mantiene unido a ese momento, cual hilo a volantín…son tus sentidos… el viento en la piel, el sonido de tus pasos, el agitado ritmo de la  respiración, el roce del asfalto con tus suelas… y te das cuenta de algo… es aquí y es ahora… es ese momento donde todo pero a la vez nada pasa… es ese vacío que se genera al momento de caminar… un caminar que no solo se hace con los pies… un caminar desde un lugar muy dentro de nosotros… desde donde todo surge… un caminar muy simple pero que te devuelve el alma y te devuelve el favor de darte cuenta que estás vivo… aquí y ahora…


…Caminemos.