Por Paz Stagnaro
Cuando el caminar deja de ser
un mero movimiento y se convierte experiencia, en acto, en rito… en un
deleitoso balanceo que nos permite llegar de un punto a otro… en el momento preciso
donde tierra y aire se conjugan a la perfección…es ahí donde el desplazarse
adquiere sentido y valor para quienes logran darse cuenta de la grandeza de
aquel humilde actuar…
Camino… sí, mucho…comienzo cada mañana con 1.3 km para
llegar a mi Escuela (Arquitectura)…y pienso: es el momento perfecto del día
para hacer un balance de cómo anda todo últimamente…
… Pensamientos vienen y van,
ideas fluyen como agua, esquemas y trazos se dibujan y desdibujan a cada
instante… pienso que debería escribir más…. pienso en lo que dejado de hacer y
en las nuevas costumbres superfluas que adquirí cuando me reconcilie con la
rutina y esa nebulosa que te inserta en un sistemas donde todo gira en torno al
hacer y producir y te aleja de la
otra parte de la historia…el pensar,
el darse cuenta de lo que estamos haciendo, de como lo estamos haciendo y desde
donde lo estamos haciendo, el aquí y el ahora, el presente valioso que nos
rodea y que muchas veces no sabemos apreciar… el tiempo se va …vuela… el
momento en el que estamos ahora nunca volverá, pues cuando llegó inmediatamente
se fué…suena desalentador pero es! … Y con esto rescato el valor que adquiere
el simple acto del caminar, si tan solo tomáramos conciencia aunque fuese solo
una cuadra de lo que sucede en esa interacción entre el cuerpo y el espacio mientras
caminamos a lo mejor entenderían a lo que me refiero…
…Por que caminar no es solo el
acto involuntario de mover un pie después del otro…
…es un acontecer casi mágico
donde todas las dimensiones se entremezclan para crear ese momento maravilloso….
Un suave balanceo, un desplazamiento, un ritmo coordinado y de pronto sucede:
la mente divaga por donde se le antoja, el viento choca con la piel, refresca tu
cara y despiertas del adormecimiento rutinario, el tiempo pasa rapidísimo sin
darte cuenta… dimensiones temporales se entrelazan…y ahí estas… caminando,
frente en alto, ansioso por llegara a destino… felices o no… ahí estamos en
contacto directo con el todo… qué momento más pleno… la mente sigue volando y
pareciera que los pensamientos se van con el viento que roza la piel… todo
parece pasar… todo parece limpiarse, como si a medida que avanzaras te
fueras despojando de todo eso que te
abruma… la mente sigue divagando y en un instante te das cuenta de algo… te das
cuenta que lo único que te mantiene unido a ese momento, cual hilo a
volantín…son tus sentidos… el viento en la piel, el sonido de tus pasos, el
agitado ritmo de la respiración, el roce
del asfalto con tus suelas… y te das cuenta de algo… es aquí y es ahora… es ese
momento donde todo pero a la vez nada pasa… es ese vacío que se genera al
momento de caminar… un caminar que no solo se hace con los pies… un caminar
desde un lugar muy dentro de nosotros… desde donde todo surge… un caminar muy
simple pero que te devuelve el alma y te devuelve el favor de darte cuenta que
estás vivo… aquí y ahora…
…Caminemos.