Empiezo a sentir la nostalgia de
tener que dejar atrás esta aventura. Lejos la aventura más grande que haya
hecho hasta ahora y lejos la aventura que jamás olvidaré.
Ya se fueron 5 y solo queda
uno, un mes para volver al lugar donde más de alguna vez, en este tiempo, desee
estar con todo mi corazón; mi casa. Pero ahora, si ahora, cual muerto en su último
lecho se me vienen a la cabeza todas las cosas que extrañaré de Granada, del que fue MI lugar por estos
últimos 6 meses; mi orden, mi desorden, mis horarios, mi ritmo, mi almuerzo, mi
despensa, mis cuentas, mis penas lloradas a sola y mis alegrías celebradas con
todos.
Febrero, 8. Más de alguna vez me dije a mi misma: “Nadie dijo que
sería fácil”, pero ahora entiendo que esa frase cliché no estaba completa:
“Nadie dijo que sería fácil… dejarte”.
Junio, 27. Fiestas, disgustos, anécdotas, preocupaciones, alegrías,
risas, gente, amigos, momentos de completa plenitud y días de paz y reflexión; esto y
más, es lo que hoy me llevo de esta gran experiencia.
…Porque cada rincón adquiere
valía en la recta final; cada metro cuadrado, cada olor, cada sensación y cada
recuerdo se hace más fuerte y más valioso, es por esto que no puedo olvidar
mencionar a mi querido sillón rojo,
Oh! fiel compañero, me diste asilo en las tardes de invierno y me recibiste “cojines abiertos” en las calurosas
noches de verano, tu, el único lugar donde mi mezquino sueño encontraba su
lugar…
Y ese, mi lugar de
inspiración, de descanso y de alivio que acompañado de la increíble vista que
me regalaba todos los días me llenó de paz, si, 3 metros cuadrados de increíble
plenitud llamados terraza, como olvidarlo…
Y esas tardes enteras
caminando solo por el hecho de atesorar y no perderme cada imagen que me regalaba
la ciudad. Bajo un lluvioso y frio día de invierno que calaba los huesos; bajo
una tibia tarde de primavera y bajo una estrellada y calurosa noche de verano
en compañía, sí, en compañía de esa persona que se encargo de alegrarte día a
día con una sonrisa, con un gesto, con una mirada, como olvidarlo…
Fotos y recuerdos quedarán por
siempre, pero volveré… volveré divagando en mi mente cada vez que sienta que
sea necesario. Un olor, un recuerdo, una brisa, una sensación que me devuelva a
mi Granada querida, esta ciudad vieja con alma de niña que un día de invierno
me recibió con los brazos abiertos y ahora me despide con esta emoción que se
roba mi corazón. Mi Granada querida, nos volveremos a ver. Hasta luego!
Linda! Disfruta cada segundo.
ResponderEliminarAcá te estaremos esperando para que nos cuentes todo!
como crecio mi niña.....
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