Por Paz Stagnaro
Muchas veces debemos esforzarnos por no ser egoístas y ceder; por no
llorar y apretar los ojos; por no sentir más de la cuenta y ser fuertes; por olvidar y dar un paso adelante…
a mi juicio, esto último es lo más difícil, pero a fin de cuentas, es lo que más se agradece
cuando te das cuenta que era necesario… y comprendes… comprendes que el
esfuerzo no solo produce grandes resultados de los cuales después te
vanaglorias, muchas veces el esfuerzo que conlleva una pequeña victoria es la
que más te engrandece, la que más valoras y de la que más aprendes. Pequeños
grandes esfuerzos… a esos me refiero…esos que no tratan de temas muy relevantes
ni de vida o muerte, pero que sin duda la repercusión de ellos te marcan de por
vida.
… Estando de vacaciones, viajando y disfrutando de los rayos del sol
puedo decir que mi mayor esfuerzo se reduce a que ropa me pondré hoy, es por
eso que después de haberlo meditado bastante decidí darle trabajo a mis neurona
en reposo y tomé una decisión: opté por “esforzarme” en olvidar al gran amor de
mi vida…sí, mi fiel mascota…un chihuahua al que decidí llamar Galleta cuando en una oportunidad lo
pille en pleno hurto de estas… Como olvidar esa escena!
Mi especial afecto hacia él no
solo se traduce en adorar el carácter hiperquinético pero a la vez pasivo de
su especie, debo admitir que este pequeño personaje lleno mis tardes de alegría
y de momentos especiales... Hace 3 semanas murió, no sé bien que le pasó pero un
día simplemente no despertó más…
… Mi chihuahua favorito!!! Lejos la mejor mascota que he tenido, llevo
casi 3 semanas de luto por su pérdida pero hoy al regresar a casa y darme
cuenta una vez más que no estaba y que no volverá me hizo pensar que es hora de
dejarlo partir y descansar en paz… donde quiera que esté sé que está feliz y
tengo fé que aún recuerda esas tardes cuando sin nada que hacer se acurrucaba
junto a mí y yo rascaba su espaldita; fue feliz… lo sé…vi la alegría en esos
ojitos redondos y negros que a ratos no dejaban de mirarme.
… Mi chihuahua favorito!!!
Compañía como la tuya jamás encontraré, pero te quise mucho y tu a mi… lo sé,
como olvidar esos lengüetazos y mordisqueos caninos que después de regañarte
siempre me hacían reír. De haber vivido más estoy segura que mis hijos te
habrían adorado tanto como yo lo hice. Te
echaré de menos todos los días hasta que te conviertas en el lindo recuerdo que
siempre serás: mi amigo y compañero fiel.
Y haciendo lo posible por dejar atrás esta nostalgia me esforzaré, más que por olvidarte, por conservar solo los lindos recuerdos: los paseos nocturnos por el parque y las tardes de cosquillitas...olvidarte? nunca, pero es momento de dar un paso adelante...donde quieras que estés cuida de mí, dulces sueños mi fiel amigo!